¿CALIFICO PARA DECLARARME EN BANCARROTA?
Antes de que se pueda presentar un caso de bancarrota, el deudor debe decidir si la bancarrota es, de hecho, el mejor vehículo para lidiar con los problemas que enfrenta el deudor. En un caso típico de bancarrota del consumidor, la mayor parte del análisis del abogado implica comparar la bancarrota con otras posibles vías para manejar problemas financieros.
Un requisito previo necesario para dicha comparación es el conocimiento de todos los hechos relevantes. Aunque a veces puede ser posible descartar la bancarrota basándose en el conocimiento de solo unos pocos hechos (por ejemplo, que un deudor no desea perder cierta propiedad que no puede salvarse en bancarrota), nunca es posible decidir de forma segura perseguir la bancarrota sin un conocimiento profundo de los hechos. Sin dicho conocimiento, la propiedad desconocida (como el derecho a un reembolso de impuestos) puede perderse en bancarrota; las principales deudas pueden no verse afectadas porque no se pueden descargar o porque existen gravámenes sobre la propiedad; o la propiedad podría ser valorada incorrectamente y, como resultado, perdida para los acreedores.
Para evaluar si la bancarrota ayudará, siga los siguientes pasos:
- Conozca las ventajas y desventajas de la bancarrota. Es importante conocer los beneficios y las trampas de la bancarrota. Si bien los beneficios pueden ser grandes (el pago de la mayoría de las deudas y una suspensión automática contra los acreedores) existen desventajas, particularmente la posibilidad de perder la propiedad.
- Determine si la bancarrota eliminará sus deudas. La bancarrota no elimina todas las deudas. Si tiene muchas deudas aseguradas o deudas que no se pueden cancelar en bancarrota, la bancarrota puede no ser la mejor opción para usted. Las deudas que no pueden cancelarse incluyen impuestos, pensión alimenticia y manutención infantil y préstamos estudiantiles.
- Haz un análisis de presupuesto. Hacer un análisis de presupuesto puede ayudarlo a determinar si podrá pagar sus facturas después de un procedimiento de quiebra. Debe calcular los gastos e ingresos continuos para determinar si un procedimiento de quiebra resolverá su problema de deuda o si el problema continuará.
- Considere alternativas a la bancarrota. La bancarrota es solo una forma de lidiar con una deuda abrumadora. Hay otros pasos que puede seguir para reducir su deuda que no implican declararse en quiebra.
- Encontrar un buen abogado de bancarrota. Elegir el abogado de bancarrota adecuado para usted puede ser una tarea desalentadora. Tenemos algunos consejos para ayudarlo a orientarse en la dirección correcta.
Al decidir si presentar un caso de bancarrota, se deben considerar varios otros factores. ¿Es probable que el deudor se endeude más? Para algunos, la respuesta es no; sus deudas surgieron antes de perder un trabajo por despido, discapacidad o jubilación. Para muchos, sin embargo, existe la posibilidad de facturas médicas u otros problemas financieros continuos que resultarán en una mayor deuda. También existe una ligera posibilidad de que un accidente automovilístico u otro incidente genere una gran responsabilidad.
Algunos deudores tienen solo unas pocas deudas y tienen fuertes defensas contra ellos. Para esos deudores, la mejor vía podría ser un litigio o un acuerdo fuera del tribunal de quiebras. Esta decisión también puede depender de si hay recursos disponibles para hacer posible la alternativa de un litigio vigoroso.
En todos estos casos, un deudor debe tener en cuenta que el mismo alivio en caso de quiebra probablemente estará disponible más adelante, pero que presentar un caso de quiebra ahora afectará el derecho a presentar otro en los próximos años. Por lo tanto, a menos que un deudor a prueba de juicio espere adquirir propiedad no exenta pronto, es posible que desee esperar.
Finalmente, el deudor debe tomar una decisión. ¿Las ventajas de la bancarrota son mayores que las desventajas? ¿La bancarrota tendrá un efecto positivo en la vida del deudor? Para muchos consumidores que enfrentan amenazas reales que se pueden enfrentar en bancarrota, la respuesta es sí. Pero incluso aquellos que no están en peligro de sufrir una pérdida tangible pueden valorar la tranquilidad que se obtiene al levantar su carga de la deuda. Si los deudores esperan algún día salir de una vida de pobreza o simplemente buscar alivio de la presión constante para pagar lo que se les debe, estos sentimientos no deben descartarse.
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